Cuando el popular actor de la India, Vivek, nombrado además embajador de salud para promover la vacunación entre la población, iba a inocularse la vacuna COVAXIN, declaró: “Quiero acabar con todos los rumores. Quiero mostrarle a la gente que no hay peligro en vacunarse. Al contrario, nos protegerá”. Esto sucedió el pasado día 16 de abril cuando, debido a su popularidad, su vacunación fue retransmitida en directo por las televisiones. Al día siguiente, el pasado 17 de abril, Vivek fallecía de manera fulminante.
La versión oficial que se ha dado de ese fallecimiento dice que nada tiene que ver con la vacuna ya que el hospital declaraba que “sufría un síndrome coronario agudo con shock cardiogénico. Había un bloqueo del 100 por ciento en un vaso y su paro cardíaco puede no deberse a la vacunación”.
Lo más curioso de este asunto han sido las declaraciones realizadas por el actor sobre la vacuna poco antes de fallecer debido a que el gobierno pretendía utilizar su imagen para que todo el mundo se vacunara: “No es que esta vacuna nos prevenga por completo de contraer la infección por COVID-19. Después de la vacunación, incluso si contraemos el virus, no habrá muerte. Entonces, después de la vacunación, debemos seguir las pautas de seguridad”.
Seguimos con las casualidades, ¿se dan cuenta? El guión que ha marcado en todo el mundo para justificar este tipo de sucesos por parte de gobiernos y autoridades sanitarias es siempre el mismo y los sucesos dramáticos se siguen produciendo. Debemos hacer todo lo posible por parar esta locura.