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12 May 2021

La idea de no trabajar, para las madres yucatecas es algo lejano, ya que de las 410 mil 328 mujeres ocupadas en la entidad, el 73.04 por ciento que son 299 mil 703, tienen al menos un hijo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y solo el 11.73 por ciento obtienen ingresos de tres salarios mínimos o más.

Estas mujeres además de enfrentar una doble jornada, por el trabajo que realizan en el hogar, también obtienen bajos ingresos. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, el 76.8 por ciento de las mamás que trabajan que son 315 mil 131, obtiene compensaciones de hasta tres salarios mínimos. 

Las estadísticas indican que poco más de 132 mil de las madres que trabajan tienen ingresos de hasta un salario mínimo (4 mil 251 pesos mensuales); más de 134 mil, hasta dos salarios (8 mil 502 pesos al mes) y más de 48 mil, hasta tres salarios mínimos que son 12 mil 753 pesos mensuales, por su desempeño en actividades productivas. 

Cabe mencionar que hay un número similar del total de madres ocupadas que no reciben ingresos por sus actividades y son las que siembran y cosechan lo que comen ellas y sus hijos; atienden un negocio, lavan ropa ajena o desempeñan actividades de limpieza para recibir a cambio alimentos, de acuerdo con especialistas en Trabajo Social.

Del total de madres que trabajan en Yucatán, más de 254 mil (62 por ciento) no tienen acceso a servicios de salud, los cuales constituyen una prestación obligatoria. Las madres privilegian el contar con un ingreso para sostener a sus hijos, por encima de contar con Seguro Social, debido a ello muchas aceptan laborar en empresas que no les brindan esta prestación.

Como forma de “compensar” esto, en ocasiones los establecimientos les otorgan permisos para ausentarse cuando tienen alguna emergencia con sus hijos. 

De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a raíz de la pandemia, las mujeres trabajadoras han tenido que combinar su trabajo remunerado con tareas del hogar, educación de los hijos y tareas de cuidado, responsabilidades que caen desproporcionadamente sobre ellas. 

El BID señala que las mujeres pasan, en promedio, el doble de tiempo en el trabajo doméstico no remunerado que los hombres lo que impacta en el desarrollo de sus carreras, afecta su competitividad y eficiencia, obliga a dejar pasar oportunidades.

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