Hace justo un año, antes del inicio de la invasión ordenada por Putin, Richard Sakwa, profesor en la Universidad de Kent y experto en asuntos sobre Rusia, vaticinaba en las páginas de LA RAZÓN la siguiente idea: “Ni EEUU ni Rusia cederán, nos dirigimos a una guerra”. Así sucedió. Ucrania se convirtió en un campo de batalla y un año después no existe sobre la mesa ningún plan para poner fin a un conflicto que ha dejado decenas de miles de muertos y destruido el este del país. Doce meses después volvemos a preguntarle al profesor Sakwa por la guerra de Ucrania en el contexto de la Conferencia de Seguridad de Múnich. Su lectura de la guerra -tan diferente a la de muchos analistas- y la deriva que puede tomar el conflicto no es nada alentadora.
¿Existe espacio para hablar de una solución diplomática y pacífica a la guerra de Ucrania en esta conferencia de Múnich?
Ni la más mínima posibilidad. Hay algunos movimientos por la puerta de atrás para poner fin al conflicto en Estados Unidos, pero la Conferencia de Múnich sólo será una muestra pública de unidad y militarismo. Por primera vez no se ha invitado a ninguna delegación rusa.