El prestigioso cineasta e historiador estadounidense, Ken Burns, analizó la situación que vive su país en estos momentos y llegó a la conclusión de que es tan grave como pudo serlo en tiempos de la Guerra Civil.
Burns cree que la crisis nacional también puede compararse con etapas tan difíciles como la de la Gran Depresión y la de la Segunda Guerra Mundial, tal como lo expresó en el podcast “SmartLess”, a cargo de Will Arnett, Jason Bateman y Sean Hayes del 20 de septiembre.
“Es realmente grave. Hay tres grandes crisis antes de esta: la Guerra Civil, la Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Esta es igual a ellas”, dijo Burns.
Precisó aún más al considerar que la mayor amenaza podría surgir desde el interior del país, y no a causa de enemigos exteriores. Para ilustrar su idea utilizó palabras del expresidente Abraham Lincoln.
“No, si la destrucción es nuestra suerte, nosotros mismos debemos ser su autor y su final. Como nación de hombres libres, viviremos para siempre o moriremos por suicidio”, manifestó Lincoln en 1838.
La trayectoria de alrededor de 40 años de Burns como cineasta y documentalista le ha generado gran celebridad y varios premios Emmy.
Por su parte, el autor y abogado estadounidense, Michael A. Smerconish, quien también es locutor de radio y presentador de televisión, comentó las palabras de Burns.
Smerconish dijo que no podía asegurar que la situación actual fuera similar a la de la Guerra Civil, pero que estaba más preocupado de lo que lo había estado durante los últimos 30 años.
Le preocupaba que “las crisis de hoy parecen existenciales, ya sabes, la crisis de la lucha entre nosotros mismos, la crisis del cambio climático, la crisis de la pandemia”.
Estas crisis son “sintomáticas de una división realmente profunda entre nosotros. Hoy no podemos ni siquiera tener conversaciones sobre estas cosas sin que se conviertan en algo tan vitriólico y la pregunta es por qué”.
Para ahondar un poco más en uno de los temas mencionados por Smerconish, y que divide no solo a Estados Unidos, sino a muchos países, se puede retomar la crisis de la pandemia, y como parte de ella la persistente presión para que todas las personas se vacunen contra el Covid.
En este caso, la administración Biden declaró obligatoria la vacunación para todos los empleados de las empresas que contraten a más de 100 de ellos o, en su defecto, realizar pruebas semanales de COVID-19.
Estos requisitos afectarán a hasta 80 millones de trabajadores del sector privado. Por otra parte, varios estados se oponen a la vacunación obligatoria, y un porcentaje importante de la población aún no se decide por tomar el medicamento, generando división entre los dos grupos, el de los vacunados y el de los que no lo están.
En este sentido también se expresaron varios funcionarios estatales del Partido Republicano, quienes advirtieron que demandarían al presidente, Joe Biden a menos que cambie su mandato de vacunación.
Así, un total de 24 fiscales generales estatales “buscarán todas las opciones legales” para detener la orden de la Casa Blanca, para que las grandes empresas privadas cumplan con su estricto mandato de vacunación.
Aunque los fiscales generales reconocen que las vacunas desempeñan un papel importante en la comunidad durante la pandemia, se oponen al enfoque contundente de Biden para que más personas sean obligadas a recibir la vacuna.
“Para convencer a los que están indecisos de hacerlo, tendría que dejar espacio para la discusión y el desacuerdo”, dijeron en una carta abierta.
Y agregaron: “Desde el punto de vista de la política, es poco probable que este edicto se gane los corazones y las mentes: impulsará aún más el escepticismo, y al menos algunos estadounidenses simplemente abandonarán el mercado laboral en lugar de cumplirlo”.
(blesmundo)