El secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., Xavier Becerra, ha levantado algunas cejas después de declarar que es "absolutamente asunto del gobierno" saber si los ciudadanos han sido vacunados contra el Covid-19 o no.
A Becerra, quien está ayudando en la campaña de vacunación del país, se le pidió el jueves en CNN que defendiera la estrategia de alcance "puerta a puerta" anunciada recientemente por el presidente Joe Biden para convencer a las personas de que se vacunen.
Numerosos legisladores y expertos republicanos han criticado el agresivo impulso de vacunación de la Casa Blanca (se espera que 160 millones de estadounidenses hayan recibido al menos una dosis de vacunación en los próximos días) y dijeron que la decisión de vacunarse o no se reduce a la libertad de elección.
El último comentario de Becerra hizo sonar las alarmas de estos críticos, cuando amplió la estrategia "puerta a puerta" de Biden al decir que es "absolutamente" asunto del gobierno saber si las personas han sido vacunadas, dado el dinero que el gobierno ha gastado en esfuerzos durante la pandemia.
“Quizás deberíamos señalar que el gobierno federal ha tenido que gastar billones de dólares para mantener vivos a los estadounidenses durante esta pandemia, por lo que es absolutamente asunto del gobierno, es asunto de los contribuyentes si tenemos que seguir gastando dinero para tratar de mantener que la gente contrate Covid y ayude a reabrir la economía ”, dijo Becerra.
Más tarde agregó que "tocar una puerta nunca ha sido contra la ley" y "es nuestro negocio" asegurarnos de que los estadounidenses puedan "prosperar" y "asociarse libremente" al vacunarse contra el Covid-19.
Becerra dijo que no hay planes inmediatos para que el gobierno federal intervenga y haga una guía más específica sobre las personas no vacunadas que asisten a grandes eventos o ingresan a negocios sin mascarilla, argumentando que la administración de Biden quiere dejar a los funcionarios locales a cargo en este momento.
Sin embargo, la explicación de Becerra de este esfuerzo liderado por los locales levantó más banderas rojas entre los críticos, ya que argumentó que la administración quiere dar a los estadounidenses "la sensación de que tienen la libertad de elegir".
Después de no cumplir su objetivo de garantizar que el 70% de los adultos estadounidenses hayan recibido al menos una inyección de la vacuna Covid-19 antes del fin de semana del 4 de julio, Biden anunció que la administración está aumentando los esfuerzos directos para promover las vacunas entre el público, y dijo que los funcionarios irán "literalmente llamando a las puertas".
Mientras tanto, El fiscal general de Arizona ha escrito una carta a Biden en contra de esta estrategia de vacunación puerta a puerta, donde avisa al presidente; "no toleraré tales intrusiones dentro de Arizona"
(trikooba)