La cosa se le está poniendo cada vez más complicada al miserable y ya tristemente famoso, doctor Fauci. Las pruebas se acumulan contra él y cada vez parece más cercana su caída e incluso su arresto. Parece que cada vez están más claras sus relaciones con el laboratorio chino de Wuhan y su responsabilidad directa con la aparición del virus. De hecho, en Estados Unidos van surgiendo manifestaciones en las que se pide tanto la detención de Fauci, como la del Bill Gates.
Pero lo que queda claro después de enterarnos de lo que nos estamos enterando en estos días es que Fauci no estaba solo y tiene muchos cómplices por todo el mundo. El primero de los cómplices es esa organización criminal llamada Organización Mundial de la Salud y que hace unos meses envió a unos investigadores a China que no se atrevieron a denunciar a los verdaderos responsables, dando por buena la versión oficial.¿Pero qué nos dicen de los verificadores, de las redes sociales y de las autoridades políticas y sanitarias de todo el mundo? ¿Qué nos dicen de aquellos que en su momento se rieron, atacaron e incluso censuraron a Donald Trump cuando se atrevió a denunciar los orígenes artificiales del virus?
Todos ellos deberían empezar a caer, también, en el momento en el que caiga el propio Fauci. Todos ellos han sido cómplices y colaboradores necesarios de esta farsa que estamos viviendo y si existiera algo de justicia en el mundo, todos ellos deberían ir cayendo a partir de la caída de la primera ficha del dominó, a partir de la caída de ese criminal llamado Anthony Fauci.
(El diestro)