El viernes 14, autoridades de la Ciudad de México anunciaron que, de acuerdo con un análisis experimental, la ivermectina redujo hasta 76% las posibilidades de que un paciente deba ser hospitalizado al presentar contagio de covid-19. Según el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública, José Peña Merino, el estudio consistió en comparar la evolución de la enfermedad en un paciente tratado con un kit médico de seis miligramos de ivermectina y 100 de ácido acetilsalicílico, con la de otro no tratado con estos medicamentos.
“El principal resultado es una reducción en la probabilidad de ser hospitalizados entre 52 y 76%, significativo al 99%. Es un análisis cuasiexperimental que permite identificar, aislar el efecto del kit médico sobre la probabilidad de ser hospitalizados”, concluye el estudio.
Sobre éste, Chamie remarca: “Me parece absolutamente admirable que la administración de la Ciudad de México, en conjunto con el Instituto Mexicano del Seguro Social, se hayan arriesgado a hacer este estudio, sabiendo que el gobierno central está en contra del tratamiento con ivermectina. Me parece admirable que hayan tenido el carácter de decir vamos a hacerlo y finalmente vamos a probar si esto funciona o no.
“En cuanto a los resultados, me parece que gracias a la gran cantidad de pacientes (200 mil, una cifra enorme) y a que el resultado fue tan grande (76% de reducción en hospitalizaciones) es imposible decir que por fallas metodológicas, o porque unos pacientes fueron de noviembre y otros de diciembre, ese resultado no es válido. Decir eso no tiene ningún sentido”.
Comenta que el efecto de la vacuna todavía no se puede considerar, porque el porcentaje de la población que ha sido vacunado no es muy alto y se necesita inmunizar a 70% para tener resultados tangibles, como en Israel o Estados Unidos.
La vacuna es efectiva, agrega, pero “la ivermectina es el puente” para proteger a la gente mientras se le inmuniza.
En cuanto al gobierno federal, comenta que tanto el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer, como el subsecretario de Prevención Social, Hugo López-Gatell, se han mostrado reacios al uso del fármaco desde junio de 2020. En ese entonces hubo muy buenos resultados en Perú, pero la Organización Panamericana de la Salud, en un comunicado, se opuso a utilizarlo y es posible que ahora no quiera aceptar que se equivocó.
“Si a López-Gatell le preocupa la vida de los mexicanos lo que debería hacer es hablar sobre el estudio, sobre los resultados relacionados con el uso de la ivermectina y seguir un protocolo nacional de su uso, porque la pandemia no se ha acabado”, dice Chamie. Y advierte: “Es muy posible que llegue a México la nueva variante que se desarrolló en India y los va a sorprender con los brazos abajo; se puede morir un montón de gente”.
Además, apunta, después del fracaso de la gestión de la pandemia por el gobierno federal y los errores de López-Gatell, los medios y la administración del presidente López Obrador están muy centrados en la política y no en la ciencia. Chamie señala que es trágico que al menos 220 mil personas hayan muerto por el virus –otras fuentes dicen que pueden ser hasta 600 mil–, pero califica de muy esperanzador lo que está ocurriendo.
Fragmento del reportaje publicado en la edición 2325 de la revista Proceso, cuya edición digital puede adquirir en este enlace.
(Proceso)